
Dominando el arte del edging: tu guía para controlar el orgasmo
¿Qué es el Edging y por qué es tan popular?
El edging, también conocido como control del orgasmo o “surfear al borde”, es una práctica en la que te llevas a ti mismo o a tu pareja al borde del orgasmo y luego detienes o ralentizas intencionalmente la estimulación. Esta técnica prolonga el placer, intensifica el clímax final e incluso puede mejorar tu resistencia sexual. Si bien el edging puede parecer simple, dominarlo requiere paciencia, práctica y un buen conocimiento de tu cuerpo.
Los beneficios de los bordes
El edging ofrece una amplia gama de beneficios físicos y psicológicos. A continuación, se explica por qué vale la pena incorporarlo a su rutina sexual:
1. Orgasmos intensificados
Al hacer una pausa antes del clímax, se genera anticipación y aumenta el flujo sanguíneo a la zona genital. Esta mayor excitación suele dar como resultado orgasmos más potentes y satisfactorios cuando finalmente se deja ir.
2. Resistencia mejorada
El edging puede ayudar a mejorar la resistencia sexual al entrenar al cuerpo para que controle el momento del orgasmo. Esto es particularmente útil para las personas que sufren de eyaculación precoz o que desean durar más en la cama.
3. Mayor conciencia y control
Practicar el edging fomenta la atención plena y una mayor comprensión de las señales del cuerpo. Esto te ayuda a estar más en sintonía con tus niveles de excitación, lo que puede mejorar las experiencias tanto en solitario como en pareja.
Cómo practicar el bordeado: una guía paso a paso
Ya sea que intentes practicar edging solo o con un compañero, sigue estos pasos para aprovechar al máximo la experiencia:
1. Ponte cómodo y relajado
Encuentra un espacio privado y cómodo donde puedas relajarte por completo. Cuanto más a gusto estés, más fácil te resultará concentrarte en las respuestas de tu cuerpo.
2. Empieza lentamente
Comienza con una estimulación suave y lenta y aumenta gradualmente la intensidad. Toma nota del punto en el que tu cuerpo comienza a acercarse al clímax: ese es tu límite.
3. Pausa o reduce la velocidad
A medida que se acerca al orgasmo, haga una pausa o reduzca el ritmo de la estimulación. Esto ayuda a alejarse del borde sin detener por completo la excitación.
4. Repita el proceso
Continúe este ciclo de aumento y disminución de la intensidad varias veces antes de permitirse llegar al clímax. El proceso repetido de llegar al límite aumenta el placer y puede conducir a un orgasmo más intenso.
Consejos para un bordeado eficaz
Puede que necesites algo de tiempo para dominar el proceso de ribeteado, pero estos consejos pueden hacer que el proceso sea más sencillo:
- Practica la respiración profunda: la respiración controlada puede ayudarte a controlar tus niveles de excitación y permanecer presente durante la práctica.
- Comuníquese con su pareja: si está jugando al límite con su pareja, la comunicación es fundamental. Hágale saber cuándo debe bajar el ritmo, hacer una pausa o acelerarlo.
- Experimente con diferentes tipos de estimulación: intente alternar entre diferentes tipos de contacto o herramientas, como manos, vibradores u otros juguetes sexuales, para encontrar lo que funcione mejor para usted.
Desafíos comunes y cómo superarlos
Los bordes pueden parecer sencillos, pero pueden surgir algunos desafíos:
Dificultad para encontrar el borde
A muchas personas les cuesta identificar el “punto sin retorno” cuando comienzan a llegar al clímax. Para superarlo, practique lentamente y concéntrese en reconocer las señales sutiles que le da su cuerpo a medida que se acerca al clímax.
Llegar al clímax demasiado pronto por accidente
Es normal pasarse accidentalmente del límite cuando estás aprendiendo. Si esto sucede, no te desanimes: inténtalo de nuevo la próxima vez y recuerda que la práctica hace al maestro.
Frustración o ansiedad por el desempeño
Es fácil sentirse frustrado si no se logra el resultado deseado de inmediato. Recuerde que el edging es una habilidad que lleva tiempo desarrollar. Aborde cada sesión como una oportunidad para aprender en lugar de una tarea para completar.
¿Es seguro el uso de bordes? Lo que necesita saber
El edging es generalmente seguro para la mayoría de las personas y puede ser un complemento saludable para tu vida sexual. Sin embargo, hay algunas cosas que debes tener en cuenta:
- Evite el esfuerzo excesivo: las sesiones prolongadas de ejercicio con borde pueden provocar dolor o malestar temporal. Escuche a su cuerpo y tome descansos según sea necesario.
- Esté atento a los testículos: en el caso de las personas con testículos, la excitación prolongada sin clímax puede provocar una incomodidad temporal conocida como “bolas azules”. Por lo general, esto es inofensivo y desaparece después de un período de descanso o de un clímax eventual.
Preguntas frecuentes sobre los bordes
¿Cualquier persona puede practicar el edging?
Sí, cualquiera puede intentar el edging, independientemente de su género u orientación sexual. La clave es comprender tu cuerpo y trabajar a tu propio ritmo.
¿Con qué frecuencia debo practicar el borde?
No existe una solución única para todos. Puedes incorporar el edging a tu rutina sexual con la frecuencia que te resulte cómoda. Algunas personas lo practican unas cuantas veces al mes, mientras que otras pueden hacerlo con más frecuencia.
¿Los bordes tienen beneficios a largo plazo?
Además de mejorar la resistencia sexual y aumentar la intensidad del orgasmo, el edging también puede contribuir a una mejor salud sexual al aumentar el flujo sanguíneo y fortalecer los músculos del suelo pélvico.